jueves, 31 de mayo de 2007

en pocas palabras...uno de tales días.


Siempre encontró que lo más cómodo era tener las manos en sus bolsillos, y la fría tarde más razones le daban para hacerlo. Al caminar no vio más que lo evidente de lo que en ese momento era su vida; una caminata, una sopaipilla, un cigarro, una frase de auxilio y una lágrima escondida, muy escondida, casi como para echársela al bolsillo pero inamovible, en lo absoluto, era como el pesado bolso de otro hombre del que se hablaba por aquí. En ese momento, podía suspirar muy fuerte, pero esos suspiros no eran iguales, no eran los suspiros de rebasado de antes sino las ganas de sacar lo de adentro, las ganas de expulsar todo, desde lo que era ya hasta lo que pudiera llegar a ser, decía él, mejor vacío que con llagas y para eso...suspiraba fuerte con el alma cansada, escuchaba estupideces que le hacían más cómoda la existencia y apretaba los puños cuando no entendía algo, cuando se hacía la misma pregunta de todas las mañanas y pasaba la respuesta a lo inconcebible, así de simple, así de drástico, sino simplemente no se levantaba. La calma, en una ciudad de noche, fría, de pocos olores y la prisa del propio cuerpo por llegar pronto a casa, pocos olores y la absorción que te toma en cuanto te sientas o cierras los ojos, pocos olores y menos sensaciones vívidas. Una maldición y un agradecimiento, todo junto y revuelto, un apretón de dientes, pegar la cabeza al vidrio y al final una sonrisa, ese momento lo describe todo .... recuperando el dulce aroma and talking by the soul

martes, 29 de mayo de 2007

Sounds of silence



(...)Un presentimiento después de la tragedia hizo que su loca oreja derecha ardiera, pensando en lo delirante que ya parecía esta sensación y en lo inexplicable del presentimiento. Poco se demoró en sentir en su pecho una tranquilidad ciega pero firme como un muro de concreto. Escuchó a su corazón y supo de que se trataba. Ya se había cansado de escucharlo, ya había aprendido a adivinar pero ya no quería hacerlo más, quizás por el velo negro que llevaba puesto y que hacía ya de sus esperanzas algo inerte e inútil, sin más que presentir para no morir con la verdad que ya lo había golpeado antes por sus esperanzas. Al otro día forzosamente abrió los ojos sin pensar en lo que pensaba día a día al despertar, con la imagen de lo que la realidad le exigía, entereza, aceptación, fortaleza y concentración. Al salir de su morada casual experimentó la falta de la melodiosa compañera que había integrado a su espíritu y de nuevo apareció el presentimiento de ayer, ese extraño, firme e improbable presentimiento que había nacido sin las cargas de los anteriores el día anterior y pudo caminar, en silencio y con prisa a cumplir sus obligaciones del día. Su solución al presentimiento que sobre todo hacía brotar incredulidad fue reírse del poco de esperanza que ahí quedaba, burlarse del único guerrero firme que aún medio muerto y debilucho quedaba en esa batalla. Con eso luchó hasta llegada la tarde cuando el recuerdo de lo que antes había esperado y nunca llegado le recordó que el velo negro ahí estaba y que con fuerzas que no le eran propias podría sacar. Un paradero fue escenario de la lucha campal intensa entre el muro del presentimiento y la sospecha de que todo seguía igual, que lo que venía era más de lo mismo. En tal lucha, hizo un nudo en el corazón y se contuvo, se cerró, para esperar que pasara lo que fuera y no salir con una daga envenenada nuevamente en el pecho. Al caminar, nada más hizo que no mirar, dejar que la costumbre y la inercia actuaran, porque ya había decidido no dejar entrar y si era necesario declarar una guerra hasta que el presentimiento no hizo más que cumplirse a cabalidad. Ya sabía, no podía ser deshonesto, pero no se había preparado, no para escuchar, sino para sentir, y tal hecho provocó que una nube espesa bajara, que su pecho se anulara por un rato y que la amarra de su pecho se retorciera, nunca imaginó la fuerza que había en el nudo, cosa que lo impresionó y que además le dijo "ahora no es tu turno"y claro que no lo era, el flujo estaba detenido y sus energías se gastaron haciendo el cerco, ya no habían para romperlo, para eso era necesario ese alguien más. En él no había rabia, odio o resentimiento sólo lejanía y desconfianza pues entendía que muchas veces los flujos son demasiado perecederos y ya no quería liberar su ser a una corriente inconstante, a lo que nunca pudo predecir que podía cambiar de rumbo y también porque la dureza del nudo no lo permitió. Ahora necesita cual fénix, renacer de sus cenizas rompiendo el nudo, necesita sentir esa fuerza externa que quiere romper el nudo y tomarlo de la mano sacándolo de su estado inerte y reconoce abiertamente que esta vez no le corresponde y que la lucha es contra el tiempo antes que el nudo asfixie el pecho de una vez y para siempre. A ti, quien pretende hacerlo, te deseo, como siempre lo he hecho, la mayor de las suertes y las fuerzas que yo miro a tu lado y desde arriba en que termina esta historia. Y así puedo nuevamente, escuchar los sonidos del silencio que llaman hacia la calma y la paciencia....talking by the soul, listening the sounds of silence.

martes, 22 de mayo de 2007

El cofre


Y aquí vamos de nuevo... talking by the soul.


Tiempo atrás pensé en la entrega, en lo que se entrega día a día, momento a momento y en lo que me gusta entregar, en lo que me encanta regalar. Así, para mí los periodos de soledad son eso periodos de recolección, donde se va llenando el cofre que en el preciso momento será reabierto y dará a quien posea la llave todo lo que guardo, tal testamento, tal regalo. Esta es mi forma y después de haber entregado mi primer testamento puedo decir que la entrega estaba encausada por mi inociencia, pues esa entrega fue la más inocente y por eso muy honesta, muy desinteresada e intensa pero es un gusto que así haya sido aunque por otro lado eso quizás la haya hecho muy torpe y desmedida, que esta forma haya llevado al error o que sé yo, me haya hecho modelarla demasiado para contenerla dentro de lo que se pudiera, dentro de lo descontrolada que estaba, lo que al final terminó por hacerme el más vulnerable de todos, yo, el durísimo, quien siempre era la voz más cruel en la reunión terminó siendo el que más torturábase para hacer de esa inocente entrega algo digno... felicitaciones...creció la delicada flor en la piedra y el cofre no pudo controlar su apertura y se abrió, descontrolado para después ser abandonado y aquí vuelvo, después del desastre a mirar con pena como quedó, casi desmantelado, pero algo quedó, y menos mal diré porque de ahí comienza la historia de su reconstrucción y el llenado de este, con nuevas canciones, nuevos olores, trucos y sensaciones, nuevos deseos y sobre todo... mejorados, pues las cosas hacen mejorar, bueno depende del individuo, pero siento que esta vez me lanzaron abruptamente, pero a un nivel más alto por lo menos, no creo que haya sido intencional, pero ese fue el resultado del lanzamiento a lo menos eso siento y si lo pienso económicamente era necesario el vaciado del cofrecillo pa ser llenado de cosas mejores y ahora como el candado del cofre fue abierto, es necesario cambiarlo porque el candado cambia conmigo sin duda, esa es la razón y aquí termina esta historia del cofre....


tema de apertura: ...by the future... beautiful gustavo cerati

domingo, 20 de mayo de 2007

El único suspiro


Tercera entrada, tercera necesidad, última solución. Si algún día un hombre estuviera enfermo y lo único que buscara es ayuda, un poco de desahogo a su desahucio pero el sólo hecho de tenerlo es perjudicial porque contagiaría a quien se le acercara, entonces, buscaría que el destino le ayudara a conseguirlo sin tener que sentirse culpable porque el acercamiento se produjera. Así también es mi enfermedad donde el desahogo hace enfermar y donde lo mejor es callar, tanto para mí, tanto más para ti, y, a sabiendas que sólo una persona tiene la llave para acceder a esto y que dentro de lo probable esto no suceda nunca, y si así sucediera que aquí quede dicho que el destino fue quien motivó esto. Ya después de marcar el terreno con las consecuencias, quiero darle paso a mi más fluido sentimiento, a mi más crudo llanto y a mis peores dudas.


Si pienso en mí, mi amor y como sería el amor puedo imaginarlo como una luz, un alimento que nace del interior y del que te llenas por todo el cuerpo y que, si es muy grande y te sobrepasa lo echas en un bolsito que va para todos lados contigo, donde este amor se vuelve la carga más honorable del mundo, la más placentera. Ese exceso es muy bueno, cuando quien hace nacer ese amor está dispuesto a recibirlo y darle sentido pero cuando, abruptamente eso se pierde te intoxicas, te intoxicas de amor, ese bolso se vuelve el más pesado e hiriente que pueda existir y el amor queda ahí porque se estanca, no se entrega y tanto peor cuando entregarlo es lo peor que puedes hacer y no lo entiendes porque el amor no entiende de eso, él sólo sabe de amor y si no de odio. Pero, en resumidas cuentas eso soy, en eso estoy, perdí el reflejo y así quedé, intoxicación de amor, esa es mi sentencia, mía, silenciosa, callada a la fuerza, furiosa y drástica. Si sólo una, una sola persona supiera de mí y se diera cuenta que ahora se rie más conmigo porque el humor es la mejor tapa al dolor, si supiera que el día que este bien voi a estar en paz y no como un desquiciado obsesivo tratando de hacer reir al mundo para creer que todo va bien, si se dieran cuenta el miedo que le he tomado a la calma, al dejar al silencio trabajar a sentarme tranquilamente a pensar porque ya no quiero más tormentos, porque ya no quiero sentirme más desolado y sobre todo, porque muy a mi pesar todo esto destruyó algo en mí que no va a volver y que yo jamás quize que fuera tocado y esa destrucción sólo dejará una marca imborrable, que justamente se despide del de antes, que me escinde y que me desilusiona profundamente.


Estúpidamente, te apresuras y crees que si buscas a alguien a quien entregarle tu sobredosis de amor puedes sanarte y seguir adelante y que triste resulta darte cuenta que eso no resulta y que para volver a hacerlo debe ser nuevo amor, debe ser en esa nueva experiencia donde nazca y también entender que la carga puede aminorarse, que la carga puede desaparecer para darle paso al agridulce recuerdo y a la brutalidad de la muerte de este ilusionista, de este cumplidor de sueños, en defensa de lo total de mi entrega, después del sacrificio... la aparición del camino. En este, el único suspiro, te digo te amo, te extraño, te deseo, te recuerdo y te libero.


music theme : torre de marfil, gustavo cerati